Despertar con maquillaje parece ser el sueño de la mayoría de las mujeres, es como en las películas donde la actriz amanece impecablemente hermosa, causando la envidia de todos; sin embargo, esta realidad ya existe para muchas mujeres. Gracias a la micropigmentación, o como algunos prefieren llamarla, el maquillaje permanente, se pueden revelar o, por el contrario, enmascarar algunos rasgos característicos y personales.
La micropigmentación es una técnica que existe desde hace mucho tiempo e incluso cuenta con el apoyo de una asociación, ABRAMI – Asociación Brasileña de Micropigmentación. La solicitud de este procedimiento ha crecido considerablemente a lo largo de los años y hoy en día, con los recursos tecnológicos y la mejora de las herramientas utilizadas en micropigmentación, este trabajo ahora se realiza de una manera más específica y cuidadosa, atendiendo a las características y necesidades de cada cliente. , además de cumplir con los estándares de bioseguridad y sentido común.
La finalidad de la micropigmentación es resaltar o revelar rasgos positivos, mejorando la apariencia y contorno de ojos, cejas, labios o pequeñas imperfecciones del rostro o cuerpo! Cualquiera que esté pensando en adherirse a esta técnica debe tener algunos cuidados, como elegir clínicas acreditadas y profesionales competentes. También es muy importante investigar para conocer el procedimiento así como el resultado, al fin y al cabo es prácticamente un “tatuaje”, pero menos agresivo.
El proceso comienza con el estudio del rostro del cliente a través de un asesoramiento muy cuidadoso, así como la preparación del maquillaje simulado para que sea preaprobado y, en caso de ser necesario, se puedan desarrollar otros ajustes.
La micropigmentación o maquillaje permanente se realiza con un aparato llamado demógrafo, el cual, a través de pequeñas agujas desechables, perfora la capa superficial de la piel para depositar pigmentos, por lo que este procedimiento puede ocasionar un poco de molestia o incluso dolor durante su aplicación. Las sesiones generalmente tienen una duración promedio de dos horas y su costo puede variar mucho según la región o el tipo de trabajo a realizar. Después del procedimiento, se recomienda al cliente que regrese al profesional para un análisis final, puede ser necesario retocar o trabajar en otras imperfecciones.
Los cuidados postoperatorios suelen durar 10 días y se limitan a la aplicación de una pomada específica para favorecer la cicatrización así como una acción impermeabilizante que protege la piel de los agentes externos.
Existen varias tonalidades de pigmentos para lograr una mayor naturalidad en el procedimiento. Los productos inadecuados o mal utilizados pueden alterar el resultado, ofreciendo una coloración inadecuada. Otro punto importante es la necesidad de realizar un mantenimiento en promedio cada 3 años, para que el trabajo siempre tenga el mismo efecto. Nuevamente, llamo la atención sobre la investigación sobre el tema y el profesional que realizará el procedimiento.
En particular, recomiendo este procedimiento solo a quienes lo necesiten por razones estéticas, no por vanidad; como es el caso de quienes han sufrido un accidente o incluso sólo con el fin de corregir una determinada característica natural, por ejemplo.
