¿Has experimentado alguna vez depositar tu confianza en el color de una sombra de ojos basándote únicamente en el empaque, pero al probar el producto en tu piel no cumple con tus expectativas? Esta situación es bastante común. En ocasiones, ciertos maquillajes prometen una tonalidad impresionante, pero al aplicarlos, la pigmentación y el acabado dejan mucho que desear.
No obstante, no es necesario rendirse ni mucho menos desechar la sombra. Existe una solución. Si todavía conservas la esperanza de poder utilizar esa suave sombra olvidada en tu estuche de maquillaje, aquí te presentamos un consejo profesional para realzar su pigmentación.
El truco para intensificar la pigmentación de las sombras reside en tonos oscuros como el marrón y el negro, así como en aquellos más vibrantes e intensos.
Aplica unas cuantas gotas de agua sobre la sombra de ojos o humedece ligeramente la brocha para mezclarla con el producto hasta obtener una especie de «pasta» de color.
Seguidamente, extiende la sombra sobre el párpado móvil difuminándola para lograr un efecto visualmente más atractivo en tu mirada, ¡y voilà! La sombra de ojos mate y levemente pigmentada lucirá más viva y llena de color.
El agua no dañará el producto, simplemente ayudará a intensificar la pigmentación de la sombra y facilitará su aplicación. Además, el maquillaje garantiza una fijación duradera al facilitar la adhesión de la sombra en los párpados.
Para preservar el tono, se recomienda eliminar el exceso de agua del producto con la ayuda de papel absorbente. En el caso de sombras en polvo, es aconsejable realizar esta mezcla agua-sombra en pequeñas cantidades y en un recipiente aparte, preferiblemente en la tapa del estuche de sombras o en otro envase.
Por último, es imprescindible limpiar a conciencia la brocha utilizada para eliminar cualquier residuo de sombra y así asegurar una mayor durabilidad del producto.
